Tratamiento ante las quemaduras
Las quemaduras son uno de los accidentes domésticos más comunes. Es una lesión del tejido de la piel causada por un exceso de calor, aunque también se pueden producir por el efecto de distintos agentes como la electricidad, productos químicos, la fricción, e incluso el frío.
Las quemaduras se clasifican en 3 tipos diferentes según su intensidad.
· Quemadura de primer grado
Es la afección más leve porque solo afecta la capa externa de la piel. Provoca tirantez, dolor y quemazón.
· Quemadura de segundo grado
Afecta a la capa externa y algunas capas internas de la piel. También provoca tirantez, dolor, quemazón e incluso inflamación y ampollas.
· Quemadura de tercer grado
Son las más graves y afectan a todas las capas de la piel. Curiosamente, no son dolorosas porque los nervios que transmiten el dolor también se ven afectados.
Qué hacer en caso de quemadura de segundo o tercer grado
Todos los tipos de quemaduras conviene tratarlos adecuadamente, pero si es de segundo o tercer grado, es muy importante acudir rápidamente a un centro sanitario para que un profesional realice una exploración.
Antes del desplazamiento, intenta enfriar la superficie quemada con agua tibia o ligeramente fría, pero no en exceso, puesto que una diferencia drástica de temperatura podría empeorar la herida.
Si hay ropa pegada a la piel, no la retires. Tampoco es aconsejable aplicar remedios caseros.
Qué hacer en caso de quemadura de primer grado
- Enfría la quemadura: Coloca la zona quemada bajo agua tibia o ligeramente fría durante unos 10-15 minutos para ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación. No uses hielo directamente sobre la quemadura, ya que puede empeorar la herida.
- Limpia la zona: Lava cuidadosamente la herida con agua y jabón suave para prevenir infecciones. Evita usar productos que puedan irritar la piel.
- Aplica una crema hidratante o gel: Después de secar la zona, aplica una crema hidratante o un gel especial para quemaduras de primer grado. Mantendrá la piel hidratada y favorecerá una pronta recuperación.
- Cubre la quemadura: Si la quemadura es pequeña y no está en una zona propensa a la fricción, es mejor dejarla al aire libre. Si no es así, deberás cubrirla con una gasa estéril para proteger la herida de la fricción y prevenir infecciones.
- Toma analgésicos de venta libre en farmacia: Si sientes dolor, puedes tomar analgésicos como paracetamol o ibuprofeno.
- Evita reventar las ampollas: Si se forman ampollas, no las revientes. Las ampollas actúan como una barrera protectora que ayuda a prevenir infecciones. Si una ampolla se rompe por accidente, límpiala suavemente con agua y aplica un antibiótico tópico y un vendaje estéril.
- Mantén la zona elevada: Si es posible, eleva la zona quemada por encima del nivel del corazón para reducir la inflamación.
- Observa signos de infección: Controla la quemadura en su evolución. Si notas signos de infección como enrojecimiento, hinchazón, aumento del dolor o secreción de pus, acude a la farmacia o consulta con un médico.
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